Trastornos de la ansiedad
La ansiedad se considera una emoción propia de todas las personas, pero en ocasiones la ansiedad alcanza una intensidad demasiado elevada o aparece en situaciones donde no hay motivo de alarma real provocando un gran malestar. Los niños y adolescentes, al igual que los adultos, pueden manifestar un trastorno de ansiedad que les repercute en el ámbito social, escolar, personal y familiar.
Algunos de estos trastornos son: la ansiedad por separación, ansiedad generalizada, trastorno de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo y trastorno de estrés postraumático.
Trastorno de ansiedad por separación:
La ansiedad ante la separación de los padres o de las figuras de apego es muy frecuente en la infancia. Durante la infancia temprana, el temor ante la ausencia de las personas ligadas afectivamente al niño supone un mecanismo de protección frente a los peligros del entorno. Sin embargo, si la ansiedad es desproporcionada o supera a lo esperado para el desarrollo evolutivo del niño o niña, puede constituir un trastorno psicológico. Se manifiesta por una ansiedad elevada ante la separación de las figuras de apego o ante la anticipación de éstas. Además, se acompaña de otros síntomas como malestar excesivo, quejas somáticas, preocupación persistente, negativa a ir al colegio, a estar solo, a dormir si no está acompañado, etc.
Traastorno de la Ansiedad generealizada
El trastorno por ansiedad excesiva, se caracteriza porque el miedo no se produce ante situaciones específicas (ya sea un objeto o acontecimiento) sino ante múltiples situaciones, es decir es generalizada.
Se puede considerar como una forma crónica de ansiedad, de tipo predominantemente cognitivo y de naturaleza incontrolable con manifestaciones de ansiedad y preocupación excesiva en una gran diversidad de situaciones. La impaciencia, hábitos nerviosos, fatiga, dificultad para concentrarse, irritabilidad, alteraciones del sueño, síntomas somáticos o la tensión muscular son algunos de los síntomas que suelen acompañar al trastorno.