Trastorno obsesivo compulsivo
El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por la presencia de obsesiones y/o compulsiones recurrentes que interfieren de forma significativa en la vida de la persona. Una obsesión es un pensamiento, imagen o sensación que se repite frecuentemente; una compulsión es una conducta repetitiva que la persona siente la necesidad de realizar como respuesta a una obsesión, reduciendo su ansiedad al llevarla a cabo.
Puede presentar manifestaciones muy variadas, desde compulsiones de limpieza o lavado, hasta de comprobación, orden, repetición, acumulación, comprobación mental, etc.
Durante la infancia es común realizar conductas rituales que varían con la edad, como por ejemplo en la comida, el baño, o al jugar. Sin embargo, en ocasiones los rituales dejan de ser normales y constituyen un trastorno con obsesiones y compulsiones que afectan a las actividades diarias del niño o niña, ocupando una mayor parte de su tiempo.