Terapias infantil y juvenil
Infantil
Al igual que sus mayores, los pequeños de la casa suelen pasar por "malos momentos". No es raro ver a un niño que está triste o nervioso, o que tiene una conducta agresiva o "extraña".
La psicología clínica infantil es la ciencia que trata todos los desordenes de conducta de nuestros pequeños. En Psical disponemos de profesionales cualificados y formados en este cometido. Nuestro trabajo no sólo pretende solucionar los problemas del niño sino entrenar a sus padres en todas las estrategias necesarias para reconducir su educación hacia un futuro sin problemas. Así entendemos la terapia infantil como un trabajo familiar en el que los padres son pieza fundamental de nuestro trabajo.
¿Se imagina que en su trabajo o sus relaciones sociales se les estuviera evaluando de manera continua y con una frecuencia alta se sintieran criticados por cómo son o cómo realizan una determinada tarea? En demasiadas ocasiones nos encontramos en consulta con niños y niñas cuyos progenitores los traen por un supuesto problema escolar y que en la valoración que realizamos nos trasmiten cómo se sienten en su entorno familiar, escolar o entre sus iguales. Si emocionalmente no me encuentro bien será muy difícil que pueda rendir en el colegio, si tengo la sensación de que mis capacidades son continuamente puestas en duda y recibo mensajes negativos sobre mí y no sobre lo que hago sufro. Les ofrecemos una forma de mirarlos diferente e integradora que procura cuidar su desarrollo personal al tiempo que buscar soluciones a sus dificultades para aprender, para relacionarse, sus miedos o cualquier otra situación que esté dificultando su evolución positiva.
Los motivos más habituales de consulta son:
- Problemas de conducta.
- Atención temprana.
- Dificultades escolares.
- Ansiedad infantil.
- Depresión infantil.
- Deficiencias intelectuales, problemas sensoriales.
- Problemas de sueño.
- Problemas de timidez.
- Enuresis Y encopresis.
- Hiperactividad. Dificultades atención.
- Temores y Fobias.
- Celos entre Hermanos.
- Adopciones.
- Separación de los Padres.
Algo que les solicitaremos es paciencia. En muchos casos la necesidad, comprensible, de encontrar respuestas puede hacer que la evaluación sea precipitada. Conocer a un niño que en muchas ocasiones no tiene la capacidad del adulto para contar, mediante palabras, cómo se siente, qué le hace tener estas emociones, cómo intenta solucionarlas o dónde están sus verdaderas dificultades para aprender necesita de un tiempo para poder ganarse la confianza del niño y estudiar con detalle de dónde proceden los problemas. Un diagnóstico no es una solución y mucho menos un diagnóstico equivocado que no tenga en cuenta todo lo positivo que el niño tiene y que le ayudará a superar sus dificultades. En muchas ocasiones nos dicen que la prioridad es que sus hijos sean felices, pues bien, además de un elemento prioritario es también imprescindible para que otros aspectos de su desarrollo evolucionen de manera positiva.
Adolescentes: el conflicto como oportunidad
La adolescencia no es una etapa de transición entre la niñez y la vida adulta, se trata de un tiempo diferente a cualquier otro. Es comprensible el conflicto de una chica o chico inmerso en modificaciones físicas y de sus necesidades en un entorno que generalmente permanece sorprendido ante los cambios. Tradicionalmente ha sido una etapa de relaciones conflictivas y más en una época en que aparecen demandas nuevas en la organización social que no contribuyen a facilitar el equilibrio de los adolescentes. Todo lo que vive un adolescente tiene un impacto que los adultos apenas recordamos y que complica un mundo que cambia de manera tan vertiginosa como su cerebro y su cuerpo. Los adolescentes de hoy se encuentran sometidos a tensiones que en muchos casos crean una sensación de incomunicación e incomprensión por parte de los demás -padres, familia, profesorado, amigos, parejas- y una necesidad de referentes que de manera progresiva les permitan relativizar y aprender a afrontar los retos de un mundo vertiginoso en un cerebro de infinitas posibilidades pero también infinitas dudas y miedos.
Frecuentemente intervenimos en casos de:
- Autoestima.
- Entrenamiento en Habilidades Sociales.
- Agresividad y Violencia. Impulsividad.
- Trastornos de la conducta alimentaria.
- Dificultades Escolares.
- Técnicas de estudio.
- Ansiedad ante los exámenes.
- Manías y obsesiones.
- Amigos y relaciones.
- Fobias –miedos incontralables-.
- Orientación laboral.
- Aparición de Rasgos Depresivos.
- Trastorno Relacionado con la Identidad Sexual.
- Adicción y dependencia de sustancias.
- Adicción a las tecnologías.